Hoy os traigo la reseña de la cuarta parte, anteúltima de esta saga llamada ESCLAVA VICTORIANA, de Sophie West.
Es más cortita que las anteriores, no supera las 33
páginas, y de nuevo nos encontraremos con las sombras.
La prosa
sencilla y directa de Sophie regresa con el lenguaje explícito que la ha
caracterizado durante toda la narración, y con su estilo ameno consigue adentrarnos de nuevo en escenas de alto voltaje
que nos dejarán sin aliento.
Como reza en el título de esta parte, COMPARTIDA, nuestra protagonista femenina será
compartida por su marido. A sus juegos se sumará otro hombre, y aunque en un
principio esto ya ha sido narrado durante las partes anteriores, será en esta
cuarta parte donde cobre más relevancia porque el encuentro sexual será
completo.
Como bien intuía al acabar la lectura anterior, las sombras aparecen
otra vez trayendo consigo la oscuridad y nuevos intentos de
humillación, y una decadencia de la
prosa expresada en la parte anterior que será más oscura esta vez y donde las
luces de los sentimientos comenzarán a perder su nitidez.
Los personajes
principales avanzarán nuevamente, aunque uno de ellos en vez de avanzar
hacia adelante lo hará dando pasos hacia atrás.
Porque Joseph
Malcolm es un hombre que no está acostumbrado a sentir, y hará todo lo que
esté en su mano para acallar esos sentimientos. Pero no solo los suyos, sino
los que parece que también están naciendo en el corazón de su esposa. Por ello
la compartirá, intentará humillarla y hacer que le desprecie; sin darse cuenta
realmente de que su esposa ha aprendido a ver más allá en su forma de expresarse,
en sus gestos, en sus críticas veladas.
Por el contrario Georgina
será la única que siga evolucionando hacia delante, sin dar pasos hacia atrás. Siendo
capaz de reflexionar sobre los pensamientos que tiene al ver a su esposo, sobre
su necesidad de él, y lo que su corazón está comenzando a sentir. Lo que
demuestra al lector que es mucho más fuerte y valiente que el protagonista
masculino, algo que me ha gustado especialmente.
Alejada de su
condición de sumisa en el terreno sexual, es la única que es capaz de
enfrentarse con valentía a los latidos de su corazón, capaz de mantener su
lealtad a lo que piensa aunque los de su alrededor no lo merezcan, y la única
que pese a todo lo que ha pasado entre los dos, no ha dejado de ser en ningún
momento parte de lo que ella era antes de conocerlo. Sí, ha evolucionado junto
a la trama, ha crecido, ha sabido vislumbrar esa parte oscura de sí misma que la
domina y la colma de placer, ha ejercido de sumisa y esclava sin rechistar en
cualquiera de los juegos orquestados por su marido e incluso ha aprendido a
disfrutarlos, pero esa parte de ella que era rebelde sin causa, ha seguido ahí.
Y sin miedo ha aceptado ambas y las ha colisionado.
Sin embargo el protagonista masculino ha resultado
ser más cobarde de lo que se esperaba de él. Ya veremos qué sucede en la quinta
y última parte. Aunque reitero que me ha gustado que al final, a pesar de lo
que pueda parecer en un comienzo, resulte que la protagonista femenina sea más
fuerte de lo que se creía de ella.
Una vez más la ambientación
permanece acorde con las escenas, y los diálogos
vuelven a recobrar su fuerza de humillación e intento de vejación, aunque el
tono en el que son expresadas las palabras ya no sea el que era al comienzo. O
quizá no tengan el mismo impacto en el lector debido a que ahora se conoce a
los personajes de una forma más intensa, y las emociones han dejado ver las
luces dentro de las sombras, y por ello la crudeza presente durante el comienzo
de las tramas y subtramas ya no sea vista de igual forma. Al menos desde mi
punto de vista.
En esta nueva entrega, además, la autora nos regala dos giros inesperados que me han
gustado mucho. Sophie
nos sorprende con la aparición y
reaparición en escena de dos personajes secundarios, uno ayudará a Georgina
con unos papeles de vital importancia regalándole una nueva oportunidad, otro
la recriminará su actual actitud y vendrá a buscarla para llevársela, por lo
que nuestra protagonista femenina tendrá que decidir lo que quiere después de
mucho tiempo acostumbrada a ser una esclava sumisa sin posibilidad de tomar
decisiones, y será la primera vez que se enfrente con sus sentimientos y se
sincere de verdad consigo misma y deje fluir esa rabia y esa rebeldía que la
caracterizan.
Quiero destacar esa decadencia en la
prosa, ese regreso a un punto anterior, esa evocación y descripción de las
escenas sexuales perdiendo nitidez de luz los sentimientos, que ayuda a
recordar toda la narración y que se solapa muy bien con los nuevos
acontecimientos. Ese vaivén del erotismo de la poesía que abandona la luz para
volver a la oscuridad, y que te hace darte cuenta realmente de lo bien
trabajadas que están cada una de las partes que conforman la saga en la que
vislumbraremos la prosa como parte del alma de los protagonistas, como parte de los sentimientos y de las dudas.
Me ha encantado esta versatilidad de la pluma de Sophie dentro de una misma obra.
Porque se fundirá la pluma con esa dualidad del alma de los
protagonistas de la que ya os hablaba al principio y hará que miremos todo el
conjunto de la obra con otros ojos.
No es una simple novela erótica de escenas hard, hay
un gran trabajo detrás y por ello merece una oportunidad aunque haya lectores
que crean que no es su género.
Con muchas ganas de conocer el desenlace y poder
valorar la obra al completo.
Gracias a Sophie y Dirtybooks por esta hechizante historia.
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