RESEÑA: PECADORES, DE OLIVIA CUNNING

“Brian Sinclair es un hombre muy sexy, y uno de los mejores guitarras de rock. Su banda de heavy metal, los 'Sinners' (Pecadores), no puede vivir sin su inspiración. Pero anda deprimido desde que una groupie le puso cuernos con Sed, el vocalista..., el chico que las enloquece a todas.

Myrna Evans es psicóloga y especialista en sexualidad humana. Está harta de sus aburridos colegas y vive perseguida por el fantasma de Jeremy, su maltratador ex marido.

Bryan y Myrna acaban coincidiendo por azar en el bar de un lujoso hotel de Chicago. Y la chispa de la pasión mutua estalla sin remedio…”

SEXO, AMOR Y ROCK AND ROLL!!!! 

Me compré este libro recomendado por Leara Martell del blog Be Literature. 

¿Heavy metal y sexo? bufff, no pude resistirme. Y ha sido una aventura fascinante. Sin duda, me haré con la segunda parte.

Para aquellos a los que les guste la literatura erótica, sin tapujos ni prejuicios, y para los que adoren la música, y entiendan el rock y el heavy, como hay que entenderlo. Como melodías que pueden convertirse en un bálsamo de cicatrices, llenas de profesionalidad, donde detrás de cada canción hay verdaderos músicos y no ruido como muchos creen. Pecadores de Olivia Cunning será algo imprescindible.

Desde la dedicatoria de la autora nada más comenzar, a Dimebag Darrell (http://es.wikipedia.org/wiki/Dimebag_Darrell; uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos, que formó parte de Pantera (lo menciono por ser su grupo más conocido), que se nos fue demasiado pronto por culpa de un loco con una pistola en la mano…), ya me hechizó este libro. Sin embargo, a cada página me he enamorado más y más.

La autora nos presenta personajes muy variados, bien perfilados, con dosis de miedos y dudas que los hacen más reales. Personajes muy emotivos, fríos, distantes, pensativos, alocados, tiernos. 

Con su prosa sencilla y ágil, un lenguaje claro, directo y sin artificios, y unos diálogos picantes, y a la vez impregnados de ternura, cobrando valor las palabras que se callan más de las que se dicen, y las miradas que traspasan el papel; Olivia consigue que nos adentremos en un mundo de aventuras desenfrenadas, música, composiciones y sexo salvaje. 

La protagonista femenina, Myrna, es más mayor que el protagonista masculino, Brian, y eso también me ha gustado encontrármelo. Explica muy bien el temor y los complejos de algunas mujeres, que por su edad intentan limitarse a no querer dejarse llevar. Y que cuando lo hacen, se olvidan de los prejuicios infundados con los que nacemos y que nos enseñan desde pequeñit@s, la vida se torna de un color diferente.

La trama está ordenada de manera que los encuentros sexuales cobran la mayor importancia, pero no solo encontramos eso. Podemos descubrir un poco más del backstage, del fenómeno groupie que la propia protagonista de esta historia se encargará de estudiar para un proyecto de su doctorado en sexología. El aspecto humano en el que nuestros pasados nos condicionan en nuestro presente. Y nos muestra ese lado rockero de los miembros de la banda, las peculiaridades de cada uno, las excentricidades, y como la pasión los arrastra y saca de ellos los talentos que llevan escondidos.

Cuando se ve a una banda sobre el escenario, no se conoce todo lo que hay detrás de cada persona, y lo que llevan dentro de sí. No somos realmente conscientes de todo por lo que han de pasar para que podamos disfrutar de un show. Composición de partituras, melodías que nacen de verdad desde el silencio, enfrentarse a sus propios demonios, acoplamiento entre cada miembro…Y Olivia lo explica muy bien.

Me ha encantado la forma en la que la autora ha mezclado el sexo con la composición musical. Es algo que destacaría por encima de la propia historia por su originalidad.

Destacar también la relación entre Myrna y el fantasma de su ex marido, muy presente en cada página; y entre el protagonista y sus padres, que se presenta de una manera que te hace quebrar en algunos momentos. Sí, he llorado.

Una historia de amor, celos, amistad infinita, rencores y palabras no dichas. De miedos, complejos, dudas, incertidumbre, sexo apasionado y salvaje. Mucho sexo. Y ante todo, sensaciones, emociones a flor de piel y mucho sentimiento. Música, música, música…

Una historia que te hace sentir, que te hierve la sangre, que te hace reír, llorar y disfrutar de cada escena.

Una historia que muestra la importancia de la música en la vida. Y como miles de personas pueden sentirse unidas con las mismas canciones. La sensación es escalofriante. Algo que ya sabía, pero que me ha quedado mucho más claro al leer a Olivia.

Pecadores, de Olivia Cunning, es una novela indispensable en las estanterías de todos aquellos que amen la música, el rock y el heavy metal, de verdad.

 * Y de regalo, Dimebag tocando la guitarra. Un auténtico GENIO!

http://www.youtube.com/watch?v=iC7wn-2g4r0

<3 <3 <3 

(Ana, te encantará!!)