Regreso al blog de reseñas, para hablaros del disco de una joven
banda de rock, de Los Corrales de Buelna (Cantabria): SINBAT.
Le tenía muchas ganas a este disco y les debía unas palabritas desde hace mucho tiempo. Nunca es tarde para cumplir con lo que se dice por Twitter xD
GUERRAS PENDIENTES
“Es a menudo en las noches oscuras en las que todo
puede verse más claro, se disipan los miedos y las dudas al calor de una
mirada, a su amparo, pero nunca es bueno tentar a la fortuna, ni pensarse
sabedor del milagro, pues la presunción es una jueza, puta, que va cogida del
brazo del fracaso”.
Con estas palabras a modo de Intro se abre un disco
impregnado de puro Rock and Roll y de letras que esconden más significado del que pronuncian.
Como el buen rock, ‘Guerras Pendientes’ está envuelto
en ritmos pegadizos, estridentes solos que sobresalen de la melodía y riffs
melódicos que danzan aderezados con una voz carismática. En mi opinión, lo que
hace a SINBAT una banda diferente a otras del género es la utilización de la
flauta travesera y el teclado, que se acoplan genialmente con el resto de
instrumentos dotando a cada melodía de más personalidad. Siendo la flauta el
complemento perfecto a los punteos de guitarra, como si de un juego de preguntas y
respuestas se tratase.
Como consumidora habitual de Rock and Roll desde hace
más de 18 años (qué vieja acabo de sentirme) sé distinguir cuando una banda
tiene personalidad suficiente para permanecer, para regalar un toque de novedad
que refresque la escena y enganche, y estos chicos saben lo que hacen,
disfrutan de la música, que es lo importante, y se dejan la piel en el
escenario.
Guerras Pendientes es su primer álbum, tras la Maqueta
‘Días de Duelo’, (con la que les descubrí de teloneros de la banda navarra: Bocanada).
Su álbum, son 10 píldoras de rock-folk con letras tan reflexivas
como sinceras, cantos desesperados al desamor, a la realidad hiriente de los
sentimientos que se te clavan en las venas y te destruyen para al minuto
después hacerte fuerte. Son versos que hablan de la vida y del interior del ser
humano desde la sinceridad y las vivencias.
Me gustan los juegos en la voz que demandan tanto el
ritmo como los versos expresados y que regala decadencia a las melodías haciendo
que cada una tenga su propio matiz. Algo que realmente se agradece.
Cada canción tiene sus propios aires y desaires, sus
distintos acordes, sus cambios de ritmo, que hacen del álbum una pieza
muy completa. De todas ellas me quedo con:
-“A Cal y Canto” (porque es un dueto con Martín Romero
de ‘Bocanada’ y es una de mis bandas imprescindibles), y me ha recordado a viejas
canciones de una de esas bandas de heavy de la tierruca que escuchaba de
adolescente.
-“Nuestros Pasos” porque tiene algo que la hace
diferente desde el primer instante en el que percibes como la flauta va
abriendo la melodía con sus pinceladas para acunar la voz que esta vez es más
pausada y directa, y después batirse en duelo con la guitarra y la batería.
-“Por hacerla sonreír” porque es cañera, desgarra
melódicamente y después se relaja en el estribillo con el juego de voz y coros que la convierte en una pieza con personalidad propia, con cambio de voces y ritmos que llama la atención.
-“Sepultura” porque desde la intro del bajo (que
personalmente creo que queda genial) ya queda claro que será una pieza rara y
discorde con el conjunto del álbum, repleta de cambios de tempo hasta en la
ejecución de las voces. Una canción con carácter fuerte y palabras escupidas
desde el fondo del alma.
-“En Balde” porque es un himno de rock bailable, con
una letra sincera de estribillo pegadizo de esos que se te meten en la cabeza y
ya no salen, con cuya letra cualquiera se puede sentir identificado, y el baile entre la guitarra y la flauta la convierten en un espectáculo para los sentidos.
Todas las canciones merecen la pena, pero son estas las que yo me guardo como imprescindibles. Os recomiendo muchísimo la escucha.
Quiero destacar:
-La elaboración de las letras. Un toque fresco de
poesía pura que no todas las bandas de rock poseen, con versos que no tienen
nada de simples ni de repetitivos, con un vocabulario rico y extenso de rimas
cuidadas.
-Ese duelo constante entre flauta y guitarra, que me
ha recordado al juego entre teclado y guitarra principal en una de mis bandas
favoritas extranjeras de metal extremo.
-La compenetración entre todos los instrumentos, donde
cada uno tiene su momento para destacar y su papel imprescindible.
¡Mucha suerte, chicos! A seguir repartiendo Rock and
Roll
-Rebeca Bañuelos-
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