1 ago 2013

TERCER RELATO PARA EL TALLER DEL BLOG: BE LITERATURE

Dejo programada esta entrada, para el taller del blog de Leara Martel: Be Literature. Porque estaré muy ocupada preparando mi viaje al festival Celsius 232 de Avilés. Y mis otras vacaciones. Por lo que a partir del día 1, estaré muy ausente en este rincón.

Estas eran las inspiraciones.

- Un video de Pink. Funhouse.

http://www.youtube.com/watch?v=Jdjtqu3XK4U

- Y una fotografía.


Me he inspirado en ambas, haciendo unos ligeros cambios a la fotografía. Por lo que más que nada fue la canción de Pink quien me inspiró. Aunque luego acabé encontrando mi propia banda sonora...

Espero que os guste.

DIVERSIÓN:



— ¿Por qué? ¿Qué he hecho mal?—le preguntó.

—Eres perfecta, pero no creo que seas la indicada para mí. Somos muy diferentes —fueron sus últimas palabras, antes de cerrar la puerta, y marcharse para no volver.

De eso hacía ya seis meses.

La casa de Jessica siempre estaba llena de algarabía, música y sonrisas. Desde que él se fue, el silencio caló hondo en cada pared. A cada segundo se acordaba de Jason, y para acallar sus pensamientos se volvió completamente loca cambiando de sitio los muebles. 

Su vieja casa se deshizo en cenizas para convertirse en un nuevo hogar. Un hogar que solo fuese de ella. Lo necesitaba para seguir adelante con su vida. Pintó las paredes una y otra vez hasta que dio con los colores perfectos, cambió las cortinas, compró nueva ropa de cama, estanterías donde colocar todos los libros que a él no le gustaban, y borró la huella  que Jason había dejado tras él.

Lo consiguió. Así como consiguió arrancarle de su corazón. Aunque para eso tuvo una mejor ayuda.

—Eres perfecta —dijo él. Y aunque a ella le llevó un tiempo darse cuenta de que el que no era perfecto para ella era él, al final se cercioró de que no había sabido valorarla como debía.

Por eso decidió dejar el pasado atrás y seguir adelante. Pincelar su corazón con nuevos colores.

9-8-7-6-5-4-3-2-1 Diversión.

Con una sonrisa en sus labios, y con la fuerza que la caracterizaba, aquel viernes tuvo muy claro que su vida iba a cambiar. Se duchó, se acicaló y enfundó su cuerpo en unas de sus mejores galas.

Corsé de encaje rojo, falda de tul del color de la noche y unos zapatos de tacón de once centímetros que realzaban su figura y la regalaban los centímetros que la faltaban a su baja estatura. Se maquilló con un eyeliner negro una difuminada sombra bajo sus párpados y decoró sus labios de color carmesí para acabar de poner el toque de glamour a su despeinado y cardado pelo rojo.

Nada la iba a impedir sentirse sexy y liberada.

Se propuso olvidarle. Y para ello salió de casa en busca de diversión. Llamó a su mejor amiga, la única valiente que había soportado durante esos meses su mal humor, y juntas decidieron que saldrían a cazar aquella noche. Regresaron al bar heavy que habían dejado de frecuentar años atrás.

La oscuridad de la noche reinaba en aquel lugar con tan solo atravesar sus puertas, y eso era algo que a ella la encantaba. Allí no tendría que fingir ser la mujer que no era, ni la mujer que a su ex le gustaba que fuera. Doña perfecta y estirada, con su ropa de pija y perfecta abogada.

En menos de dos horas, su vida cambió. Su amiga tonteaba con un moreno que no la dejaba ni cinco minutos de sosiego, y a Jessica se la acercó un apuesto rubio de ojos azules, de espaldas anchas y piel tatuada.

— Soy Josh ¿y tú? — le dijo cerca del oído, extendiéndole la mano cortésmente.

—Jessica, dijo ella con una sonrisa nerviosa, mientras le extendía la suya.

Al entrar en contacto su corazón comenzó latir apresurado, con fuerzas renovadas. A cada mirada de aquel ángel oscuro, ella se sentía más atractiva. Definitivamente realzar sus pechos con su corsé preferido había sido una genial decisión. Charlaban, bebían de sus cervrezas, y cada segundo se acercaban un poco más.

Sin poder dejar de mirarse, sin poder dejar de sonreír. Les gustaban los mismos grupos, los mismos libros, y soñaban con viajar a los mismos lugares. Los que ella conocía, él los quería descubrir, y viceversa. Aunque también tenían algún destino en común, y eso les hacía sentirse todavía más unidos.

Como si un destino hubiera querido desde siempre, que aquella noche de viernes se encontrasen en aquel bar, y unos hilos invisibles se hubieran entrelazado a su alrededor, acercándolos..

La melodía de “(S)aint” de Marilyn Manson, comenzó a sonar en el hilo musical, y su amiga se acercó a ella para bailar.

Las dos comenzaron a moverse mientras sus labios canturreaban la canción, y de soslayo miraban a los objetos de su deseo.

Josh no dejó de sonreír mientras la veía moverse, imaginando cómo sería su cuerpo desprovisto de aquel maravilloso corsé que lo estaba volviendo loco. Al contornear sus caderas, el chico divisó que sus medias eran sostenidas por un liguero rojo, y su mente se disparó por completo acelerando su pulso enloquecidamente. 

Jessica se giró hacia él, y lo asió de las manos para que bailase con ella. Él no era de bailar, pero por una chica así bien haría un esfuerzo. La chica comenzó a contonearse pegada a él, y al sentir el calor de su cuerpo, Josh sintió su hombría removerse dentro de sus vaqueros. Intentó relajarse, pero que aquella preciosidad de ojos verdes, le mirara con cara de chica traviesa, mientras le susurraba fragmentos de la canción no ayudó mucho a que lo consiguiera… 

“You wanted perfect, you got your perfect
Now I'm too perfect for someone like you…

What's my name? What's my name?
Ah-ah, Ah-ah
Hold the S because I am an ain't”
 

Ella no quería ser ninguna santa esa noche, y él no estaba acostumbrado a serlo. No sabía quién la habría hecho creer que no podía ser perfecta, pero lo que el chico tenía claro era que una chica como ella era perfecta para él.

Se acercó más a ella, se pegó a su cuerpo, enlazó sus manos y contorneándose junto a  su cuerpo, la dejó claro que él tampoco iba a ser un santo. Se acercó a la chica, y atrapó sus labios entre los suyos. Ella abrió su boca en un jadeo y le dejó vía libre. El ajetreo excitante de sus lenguas devorándose, les encendió de tal manera, que ambos supieron que no tardarían mucho en marcharse de allí.

Aquella noche que comenzó con confidencias entre amigas, cervezas y bailes, terminó en casa de Jessica con Josh en su cama, bailando desnudos la mejor danza que dos cuerpos pueden bailar unidos. Él le enseñó que era perfecta, y lo perfecto que podía ser él para ella. Ninguno de los dos tenían almas de santos, sino de pecadores. Ardientes y salvajes pecadores.

9-8-7-6-5-4-3-2-1 Diversión.

Sexo y rock and roll.

Desde aquella noche, Jessica no ha tenido que dejar de ser ella misma por amor a otra persona. Josh le recuerda cada noche, lo perfecta que es, y lo perfecto que puede llegar a ser él teniéndola a su lado. Y con eso les basta.

De las cenizas resurgió un nuevo hogar, cuyas paredes pintadas de diferentes colores, siempre se verían reflejadas del mismo tono. El rojo de la pasión. 

8 comentarios:

  1. Algo normal para mis gustos pero está bastante bien escrito y es entretenido.
    Saludos^^

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  2. No tiene nada que sorprenda y ojo no esta mal pero no sé a mí me aburrió es más de lo mismo. Es lo que tiene no parar de leer, al final casi nada te hace brincar, saltar de alegría.

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  3. No es original, pero no está mal escrito. Tal vez necesita algún giro interesante y alguna revisión por erratas. Nos leemos más ^_^. Xa-LFDM

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  4. Está muy bien escrito, la verdad. Y el final, después de leer el principio, tiene una fuerza increíble ^^

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  5. Uno sabe por dónde va la cosa, pero no puede parar de leerlo, que es un gran mérito.

    Saludos.

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  6. Esta buena!!! Me ha gustado, a pesar de que es una trama sencilla tiene su toque :D

    Saludos!!

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  7. Me ha encantado!!! Es moderno, chic, y muy divertido! :D Aunque tal vez le falte una chispa de algo más para que dejara de ser sencillo, pero no somos perfectas, estamos aquí para aprender ;) Aún así es...guay :P
    Besos!

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  8. Muy chulo, Rebeka. Nos hablas de una perspectiva de las rupturas de las que no siempre se oye. El redecorar el hogar, como proyección de redecodar la propia vida para organizarse de nuevo y a solas, es algo muy común y has sabido como encajarlo con el siguiente paso adelante de Jessica. Además, me encanta el estilismo elegido para salir a arrasar jejeje, muy original y llamativo, como imagino que será su vida después de ese final.

    El texto es sencillito, de lectura fácil y cómoda. Y el mensaje de lo más positivo, ya sabes, siempre hay que "seguir nadando".

    MUAAAKKKSSS

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