No porque el libro no enganche, para nada, sino
porque está escrito en otra lengua, y aunque la ame con todo mi corazón por
varios motivos -entre ellos el futbolístico-, no es mi lengua.
Pero he de decir que por contexto, se entiende
perfectamente sin necesidad de buscar o de tirar de diccionario. Suerte que
existe internet y suerte también que una persona muy especial me regaló un ‘vocabulari’
para ayudarme en esta tarea. Gracias Mai.
Ahora a lo importante. El libro y la historia que
esconde entre sus páginas.
UN HAIKU PARA ALICIA es una novela del escritor
Francesc Miralles, publicada únicamente en catalán, que resultó “Premi Gran
Angular en 2001”.
Cuenta la historia de Genís, un adolescente de 17
años que ésta en el último curso pero que no se preocupa mucho por su
expediente académico, por lo que acabará estudiando durante el verano y
trabajando (en una editorial) para conseguir dinero debido a la situación
familiar. Una vez más encontramos un desarraigo, un abandono por parte de uno
de los padres.
Durante este tiempo gracias a un antiguo compañero
de clase conocerá a una chica interesante, Alicia, y eso le convertirá en otra
persona. Se integrará en un grupo llamado: “Buenas sensaciones” y formar parte
le cambiará la percepción que tiene de las cosas y del mundo.
El autor una vez más nos presenta una historia
común, que gracias a su maestría con la palabra, acaba siendo una historia
original y distinta, aunque al finalizarla nos demos cuenta de que podría ser
perfectamente nuestra historia. Y eso es lo bonito. Que Francesc consigue con
su forma de narrar que algo sencillo se convierta en especial.
Una prosa sincera, ágil, que da forma a cada uno de los capítulos cortos. Prosa que te
hace engancharte hasta el final. Enseguida comienzas a recorrer junto al
protagonista las calles de los barrios de Barcelona, viviendo junto a él tanto
los encuentros más disparatados como la realidad más grande, los momentos de
angustia como los más románticos.
Para acabar conociendo al personaje como si fuéramos
nosotros mismos y podríamos visionar nuestro interior.
De nuevo, un papel muy importante en la historia es
el que juegan la psicología, la literatura y la filosofía.
El comportamiento humano frente a distintos
contratiempos y el crecimiento personal, la poesía y la belleza del momento presente en los Haikus, y
Platón con su Fedro, la belleza, las esencias y los ángeles caídos. Así como la fascinación por las
estrellas presente en una conversación entre el protagonista y Alicia cuya
teoría no tiene desperdicio (Mai tienes que leerle).
Hay personajes entrañables, como el abuelo (todos
podremos reconocer a nuestros abuelos en él) y otros que avanzan tanto y
cambian a lo largo de la novela, como la madre del protagonista (su papel me ha
encantado) y el mismo Genís, y personajes secundarios difíciles de olvidar como
el profesor Haiku, que es imposible no conectar con lo que Francesc nos cuenta.
Conclusión al finalizar:
El amor lo cambia todo, incluso nuestro interior.
Una vez que amamos ya no volvemos a ser la misma persona que éramos antes de
que todo comenzara.
La cruda realidad en el mundo editorial. Lo difícil
que es publicar. Todas las historias que siendo originales y atrayentes, acaban
sin una oportunidad. Todas esas historias que nadie lee y se quedan ahí,
acumulando polvo hasta que alguien decide devolverlos a sus autores.
Son las cosas pequeñas, los detalles sencillos, los
que nos marcan y dejan una huella profunda en nosotros.
Una persona está en continua evolución, las
preguntas sobre nuestra propia existencia son inevitables, cómo nos enfrentamos
a las respuestas es lo que nos hace ser de la manera en que somos.
+Lectura altamente recomendable.
Y como la cosa va de Haikus, os dejo uno presente en
el libro.
El vell estany;
Hi salta una granota.
El so de l’aigua.
-------
El viejo estanque;
salta una rana.
El sonido del agua.
- MATSUO BASHO -
Y otro de creación propia. Una vez que escribes
uno…no puedes parar…
27/1/2012
Bajo la luna
resplandecen sus ojos.
Algún día yo también me animaré a leerlo y conseguiré un diccionario, a mí también me fascina esta lengua.
ResponderEliminarUna preciosa entrada.
Y tu haiku, conmovedor :)
¡Qué haiku más precioso, Rebeca!
ResponderEliminarMuchísimas gracias, una vez más, por tu amable y generosa reseña.
Un beso muy grande
Me lo tendré que leer :)
ResponderEliminarGracias, amiga!
Je, Je. ¿ Motivos futbolisticos para que no sea tu lengua ?.
ResponderEliminarEsta es buena, Je, Je.
Saludos
Lo de mi comentario en tú entrada, era una broma. El esfuerzo que haces por leer y entender el catalán es loable, y máxime viniendo de alguien que como tú, vive fuera de Cataluña. Ya me gustaría que mucha gente que vive, e incluso ha nacido aquí, tuviese tu misma actitud. A veces, arrancar a hablar aquí con un desconocido, es un ejercicio de habilidad para cambiar a la lengua adecuada sin que la persona que tienes delante se sienta ofendida. Y que conste que no tenemos ninguna "guerra" con el idioma, como a veces dan a entender algunos desde fuera de Cataluña. Por mi parte, domino el gallego leído y hablado, con el escrito ando algo peór. Y fue por motivos familiares como lo aprendí.Mi familia política son todos gallegos, de una pequeña aldea en los montes de Lugo.
ResponderEliminarSaludos.
Suena bien, suena a preciosidad... Pero no creo que fuese capaz de leer en otro idioma, me cuesta a horrores inglés y eso que más o menos controlo, con una lengua desconocida para mí no lo quiero imaginar...
ResponderEliminarBesos ^^
Muchas gracias por el artículo! Este libro de Francesc Miralles es uno de mis favoritos, y cada vez que lo recuerdo me dan ganas de volver a leerlo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu haiku. Muy profundo. Felicidades y a seguir escribiendo!