Cuando algo se rompe por dentro, las piezas del puzzle tienen que volver a deslizarse unas junto a otras para poder entremezclarse de nuevo.
Mientras esto sucede...
Noches de insomnio.
Músculos agarrotados, cabeza dolorida, respiración
entrecortada, corazón acelerado.
A la mañana siguiente, intentando apaciguar a los miedos y a los fantasmas,
con cantos de sirena.
Intentando preparar la mente, relajándola para que se acostumbre al silencio.
Poco a poco irás encontrando el valor para dejar atrás todos esos fantasmas que siempre nos atormentan. Valor :)
ResponderEliminarPor cierto la música es preciosa.
Siempre cuesta y la normalidad a la que volvemos ya no es la misma que un día dejamos. Pero eso forma parte del camino.
ResponderEliminarBesos
A veces no queda más remedio que aceptar que esa normalidad esperada ya nunca volverá. Y dejarle el espacio a esa nueva anormalidad que no debe hundirnos los días. Difícil y necesario de aceptar. Tan crudo como los peces en alta mar.
ResponderEliminarUn beso