La portada elegida para la edición “DEBOLS!LLO” me
capturó junto al título.
A lo largo de la lectura, he podido comprobar cómo
iba creciendo su personaje principal, Leo. Y junto a él he ido creciendo yo
también. Porque esta novela de Alessandro D’Avenia, te hace crecer más y más a
cada página.
Te hace reír, te hace llorar mucho, pero también te
hace soñar. No permite que olvides tus sueños, te los recuerda a cada instante.
El libro muestra como somos capaces de cambiar por
amor, el amor nos va transformando en un ser hasta entonces desconocido por
nosotros. Somos capaces de todo por amor. El amor sabe sacar al exterior lo
mejor de nosotros.
En esta novela, la historia de amor es realmente preciosa,
así como realmente triste.
Es un libro triste, muy triste. No apto para todos
los corazones. No apto para todas las personas ya que hay que estar muy atentos
para descubrir el mensaje final, y no quedarnos solo con la historia que tiene
lugar en cada letra.
Quizá haya almas que no lo soportarán, y pensarán
dejar de leer, y si lo hacen estarán perdiéndose un bonito aprendizaje. Bonito no quiere decir que no sea duro.
Pero algo que me ha demostrado mi día a día, es que
se aprende mucho más de las situaciones duras que te golpean. Y que cuando eres
capaz de percibir esa enseñanza, entonces eres mucho más fuerte que antes.
‘Blanca como
la nieve, roja como la sangre’ me ha hecho
darme cuenta de mi verdadera fortaleza.
Porque a pesar de esa tristeza que te produce ver
venir lo que va a ocurrir, mi corazón lo ha ido asimilando poco a poco, lo ha
ido masticando hasta aceptarlo, para después al final, quedarse con lo mejor,
con las enseñanzas, con las frases que dan fuerza al alma.
Puede que en esta historia haya personas que al
leerlo solo encuentren tragedias. Yo he encontrado sabiduría.
Y es que por muchas sorpresas trágicas que nos tenga
preparadas la vida, hay que saber mirar hacia adelante con fuerza y salir.
Salir del pozo, ver el mundo, disfrutar de cada día, y quedarnos con las cosas
buenas, que seguro nos rozarán muy cerca.
Porque he aprendido que las malas…esas van a seguir
estando ahí esperando tu caída y no vas a poder hacer nada para eliminarlas, se
irán, pero siempre regresarán.
Las
cosas pasan, esto lo he aprendido aquí y en otro
libro.
La diferencia entre unas personas u otras es como
nos enfrentamos a ellas.
Y yo he decidido aprender de la vida y de este
libro, que prefiero ser de las que luchan.
Porque vida solo hay una y hay que consumirla. De
nada vale arrepentirnos de no haberla exprimido al máximo. De nada vale no
vivirla por culpa de la tristeza. La tristeza es un sentimiento, no una forma
de vida. Puedes sentir tristeza y dejarte la piel para luchar por lo que
quieres.
Porque debemos ser blancos como la nieve, y rojos como la sangre,
llenar de tinta nuestros días.
+ Dos fragmentos que me han hechizado.
- A partir de
hoy empezaré a escribir. Debo escribir todas estas cosas para poder
recordarlas. No sé si puedo hacerlo, pero esta vez por lo menos quiero
esmerarme. Puede que sea mejor que use lápiz. No, mejor boli. Boli Rojo. Rojo
como la sangre. Rojo como el amor, la tinta de las páginas blanquísimas de la
vida. Creo que las únicas cosas que merecen recordarse son las que se cuentan
con la sangre: la sangre no comete errores y ningún profesor puede corregirlas.
El
blanco de estas páginas ya no me da miedo y eso se lo debo a Beatrice: ella, blanca
como la nieve, roja como la sangre.
- Después no
queda sino el silencio de quien mira la luna y el cielo y habla con quien
desea, detrás de las estrellas.
*Una vez finalizado el libro, lo corroboro. No me
equivoqué al elegirlo. Algunas frases
parece como si las dictara mi corazón. Me he reconocido a mí misma dentro de
este tesoro mágico.
Tiene mucho de mí.
Porque hace tiempo llegué a la
conclusión de que mis lágrimas se convertirían en gotas de sangre, de lucha
pronunciada, y esa sangre en forma de palabras llenaría las páginas en blanco
de mi vida, mis silencios, mis tristezas, mis melancolías.
Quienes me conocen bien, saben de qué hablo.
Así que no me queda más que deciros:
Una reseña preciosa.
ResponderEliminarTienes razón, no siempre lo bonito, no deja de ser duro.
Después de haber leído tu reseña tengo más ganas aún de poder leerlo. Espero poder conseguirlo pronto, y al igualq eu tú extraer perlas de sabiduría donde otros sólo verán la tragedia.
Mil besos.
Siento no haberme pasado estos días, han sido una auténtica locura por aquí (no he parado) pero ya me estoy poniendo al día. Me ha encantado tu reseña, ¿sabes por qué? porque no podría estar más de acuerdo contigo y además he recordado detalles que en su momento no me habían llamado tanto la atención y que ahora cobran todo el sentido para mí.
ResponderEliminarEn su momento, agregué al autor por facebook y le di las gracias porque su libro me acompañó en momentos un poco difíciles para mí y me dio una nueva perspectiva. El fue muy amable, muy simpático (sabe español) y terminó por cautivarme del todo jejeje.
Besos ^^
Hola!
ResponderEliminarAcabo de terminar este libro por segunda vez.
Me pareze muy buen ala manera en la que lo describes a mi me pareze un libro reflexivo,un libro que te enseña,te nseña como son las personas y la vida.
Yo tampoco me arrepiento de haber elegido este libro ya que es trsite pero tambien es precioso a la vez.
A mi tambien me han encantado muchas d elas frases de este libro,como la carta de Silvia a Leo o la frase de que los sueños son la sangre de la vida o las que has puesto tu arriba.
Bueno,solo queria que lo supieras y que tambien yo me he sentido comprendida en cierto modo con este libro .
Un saludo :)