Brindo por los sucesos inesperados.
Sonrisas que surgen sin motivo aparente, canciones
que te recogen del suelo y te ayudan a levantarte, noches de concierto que te
devuelven las ganas de contar estrellas y pedir deseos, encuentros con personas
que te llenan el alma de minutos compartidos…
Palabras susurradas por el amor que te hacen olvidarte
de los agrios momentos, lágrimas que se deslizan por tus mejillas en busca de
libertad, abrazos que calientan más que el fuego en el peor momento sentido.
Miradas cómplices que te hacen sentirte especial.
Ideas que surgen desde lo más profundo de tu cabeza
haciéndote sentir viva, ansias alocadas de escribir y escribir y escribir
aunque no tengas tiempo suficiente.
Castillos soñados que llegan de repente y sin
avisar, cuando el cartero llama a tu puerta.
Brindo por los sucesos inesperados.
Brindo porque el cartero siempre llame a mi puerta, trayéndome
libros que no espero.
Brindo porque siempre me quede la música para
resurgir.
Brindo porque durante el camino me siga encontrando
con gente bonita.
La belleza está en los ojos que saben mirar. La sonrisa en los labios que saben sonreír. Los sueños en el lugar donde se les va a buscar. Y los libros el camino impreso que lleva a resurgir.
ResponderEliminarUn beso
Un brindis por esto último y por todo lo demás.
ResponderEliminarChin-Chin :)
ResponderEliminarMe alegro de que haya llegado ya jejeje
Pues chin chin, siempre hay que brindar por las cosas buenas que nos trae la vida. Al final si lo piensas bien cada dia es una sorpresa.
ResponderEliminarMe uno al brindis, sobre todo al de esos abrazos que dan calor... No hay nada como eso.
ResponderEliminar¡Saludos desde mi escondite ^^!
Brindo por todo eso
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