Es tiempo de las despedidas, de los abrazos infinitos con lágrimas en los
ojos, de los ¡hasta dentro de una semana! , de las miradas que se clavan para
no olvidarse.
Es tiempo de los nervios en el estómago, de las prisas impregnadas de
locura, de las maletas aceleradas que aún no están preparadas.
Es tiempo de despedirse de los que dejaremos aquí, en la distancia, por unos
días....pero también es hora de recoger...
Es tiempo de recoger todos los buenos momentos vividos para que den candela
a nuestros sueños, es momento de cargar nuestra mochila de ilusión, del
equipaje que no duele, es momento de cerrar los ojos, sentir nuestra sangre, el
palpitar de nuestro corazón y encontrar a quienes se fueron pero que todavía
están...
Encontrarlos, recogerlos y anidarlos bien a nuestro pensamiento, sabiendo
que si que están, siendo capaces de poder verlo, de poder sentirlo...
Es hora de cerrar los ojos y no decirles ¡hasta luego!, es tiempo de
decirles: ¡Preparaos para coger un montón de aviones, porque Escocia nos está
esperando, a mí, al amor de mi vida y a vosotros...!
Porque hay despedidas que aunque una vez se pronuncien eternas, con el paso
del tiempo, ese ¡hasta siempre!, se convierte en un ¡hola!, ¡hasta luego!, ¡vamos!,
¡La isla de los castillos y los acantilados nos espera a los cuatro!.
Jamás me he sentido tan acompañada como hoy...
Este será un viaje diferente...porque ahora camino junto a mi amor
verdadero, mi heavy fabricador de sonrisas, pero también avanzo en mis pasos,
con dos ángeles que siempre permanecerán dentro de mi corazón, que siempre me
protegerán...
Y no necesito creer en un dios, para sentirlos dentro de mí y saber que
están ahí...
Simplemente es que hoy me he dado cuenta de que aunque a veces el dolor
ciegue...ellos siempre viajarán a mi lado, porque llevo su sangre en mi sangre,
llevo lo que fueron bailando entre las gotas de color carmesí, -porque
si ellos no hubieran sido, yo jamás hubiera sido- y lo que siempre serán, llevo
su rebeldía innata en mí, su legado, su amor...
Hoy me he dado cuenta de que llevo dentro de mí: un pasado, un presente y un
futuro...
Hoy logro sentirlos, aunque estén sin estar y eso me hace sentirme afortunada
y fuerte...
Es tiempo de las despedidas y de las recogidas, porque hay de quien jamás me
despediré...
Llego el momento de dejar aquí, cerrado por derribo, al corazón dolorido y
angustiado. Renacer. Renacer de las cenizas, y abrir el corazón del amor, de
los ángeles, de las esperanzas, los sueños y las ilusiones, de las nuevas
aventuras, del crecimiento personal...
Llegó el momento de las despedidas y de las recogidas...
A quienes dejó por aquí, que sepáis que no os dejo del todo porque ya formáis
parte de mí...
¡Hasta la vuelta!
Buen viaje guapa!! Pásalo muuuuuuuy bien :)
ResponderEliminarFelices días en paisajes desconocidos a la espera de tatuar en ti su mejor impresión.
ResponderEliminarUn beso
Mierda! me pillaste en mi retiro espiritual autoimpuestpo para no morderle la cabeza a nadie... )na, ha funcionao pero sólo así así). joer, espero que estés pasándolo estupendamente, no veo la hora de que vuelvas y nos cuentes qué tal te ha ido.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, niña, y ya que no buen viaje, buena vuelta n.n