Duele cuando sigues caminando y las personas que
fueron muy importantes para ti ya no caminan contigo. Y duele mucho más cuando una
de esas personas te dio la vida.
Hoy me siento perdida, hoy es uno de esos días en
los que me cuesta saber de dónde vengo, porque quien me mostraba eso ya no está
aquí para recordármelo.
Hoy es un día difícil, un día de esos en los que es
más fácil ser niña y llorar, que ser mujer y pelear, aunque esté escribiendo
estas palabras y ésta ya sea una forma de luchar.
Hoy, me encantaría regresar atrás en el tiempo,
poder abrazarte y que los segundos se detuvieran, regresar atrás en el tiempo y
volver a ser esa niña sentada en tus rodillas, volver a ser esa mujer que hablaba
contigo de todo y sonreía.
Hoy me cuesta sonreír…Hoy no recuerdo cómo sonreír…y quien me enseña a hacerlo cada día no llegará hasta dentro de unas horas...
Y las horas suceden lentas...muy lentas...
Hoy soy más consciente que nunca de que mi pasado es
pasado, y de que ya nunca será presente ni futuro más que en mi corazón, en mis
sueños, y en mis letras…
Hoy mi pasado es pasado y eso me está matando…
Creo que hoy habra muchas personas que te comprendas,incluso mejor que yo,pero no de la forma en que el pasado que arrastramos,ya sea redondo o cuadrado,de color de rosa o negro,sentimos que nos echa una cinta al cuello que cada vez se ciñe mas y sentimos que nos mata.
ResponderEliminaryo estoy luchando contra mi pasado cada dia de mi presente,y no se si esa batalla que libro al final tendra recompensa o si vere la luz algun dia,pero como bien me dijiste tu en varias ocasiones, LUCHA SIENTE VIVE!!!!
Un saludo desde la lluviosa Köln
Aprendiz de metalero
Hoy nos hemos levantado tristes, por lo que veo... debe ser el tiempo, porque tampoco acabo de encontrar mi sitio en la butaca de escribir.
ResponderEliminarSea como sea, el pasado siempre vuelve, no te confundas en ese aspecto: la vida es cíclica y, poco a poco, irás reconociendo a tu padre en tus propias palabras, las que dediques a tus hijos, porque nada yace eternamente, sino que todo vuelve y rueda una y otra vez enlazando las generaciones al ritmo de la vida.
Un fuerte abrazo, niña, y deja que acerque un tímido carboncillo para intentar remedar una sonrisa hasta la llegada del artista que sí que sabe pintarlas a conciencia.
Hay ocasiones en que las horas se suceden muy lentas. Espero que mañana sea otro día y no mires al pasado, si no al presente, a lo que tienes.
ResponderEliminarEs imposible no sentir esa añoranza por alguien que ya no está. Te hablo como madre, si algún día no estoy - y se lo digo a ellos por activa y por pasiva- no quiero que me idealicen hasta el punto de recordarme como alguien que nunca fui. No quiero que me lloren, de nada me servirán sus lágrimas ni su desesperanza. Quiero que vivan del modo en que yo les enseñé a vivir. Subrayando lo positivo, luchando por sus metas, siendo todo lo felices que puedan ser sin querer demasiadas cosas materiales. Lo material no sirve. Venimos al mundo sin equipaje porque lo importante está aquí. Nos faltan seres queridos pero podemos sembrar mucho amor a nuestro paso, intentar que todo el mundo que nos tropezamos sólo de hablar con nosotros sea más feliz.
ResponderEliminarMi padre y yo mantuvimos eternas charlas sobre la muerte y me enseñó a verla así, como el eslabón final de una larga cadena. Me enseñó a vivir sin él cuando era tan sólo una niña, sin dramatismos, como él tuvo que vivir sin los suyos. Y como todos tendremos que aprender a vivir, aunque no quisiéramos.
Un beso
Estoy totalmente de acuerdo con Begoña. Palabra por palabra.
ResponderEliminarÁnimo princesa. Tú puedes y lo sabes.