Ahora la lluvia no deja de caer, después de dos días
de sol, la lluvia lleva cayendo fuerte dos días más...
Sol, dos días de sol, como aquel verano del 98,
parece que hasta eso lo queríais compartir...
Empecé a escribir tras su muerte y ahora parece que
se me ha olvidado hacerlo, tú te has llevado contigo esa parte de mi corazón
que me ayudaba a vestir las palabras, pero sé que regresará, al igual que tú
regresarás...
Cuando el dolor se disipe...regresarás, pasarás de
esconderte en el lugar más sombrío de mi corazón a hacerte visible en mis
pupilas (saqué el color de tus ojos), en mis sonrisas, en mi alma, en mis
palabras, en mis venas, en mi sangre, dónde ya estabas antes de irte...
Es tanto lo que me has dejado, que sé que seguiré en
pie, sin arrodillarme, sin dar un paso atrás, como siempre hiciste tú...pero
necesito tiempo…
Tú que me has enseñado a ser lo que soy, a luchar, a
sacar la raza, por tus ideales que son los míos, jamás dejaré de luchar. Te lo
debo a ti y me lo debo a mí misma.
Siempre serás el papá de mis ojos, siempre seré tu
niña, la que dormía contigo en tu pecho, la que te miraba mientras hacías crucigramas,
esa pequeña sentada en el capó del Ford fiesta rojo a la que tú mirabas de reojo
mientras una sonrisa se te escapaba…
A la que se le llenaba el pecho de orgullo al hablar
de su padre y a la que siempre se le llenará…
Ahora la lluvia no deja de caer…acompaña a cada una
de mis lágrimas…
Lágrimas negras y amargas…
Ahora la lluvia no deja de caer. Y habrá otra Lluvia
que tendrá que levantarse para seguir su camino, ahora más que nunca hasta el
final…porque te lo debo a ti y me lo debo a mí misma…
Ahora sé el motivo por el cual nunca me gustó el sol…
Fuerza, valor y amor. Ya te lo dije. Ya lo sabes.
ResponderEliminarAhora a pelear.
Ánimo, mi niña, no pierdas ese amor. Dices que has perdido la facultad de vestir tus palabras, pero son las letras desnudas las que más llegan las que más pueden ayudarte a caminar. Camina, Rebeca, y mira al frente.
ResponderEliminarUn fuerte, fortísimo abrazo.
Hay momentos en la vida en que mirar el sol es prácticamente imposible porque el sol es el puro reflejo de la alegría. Pero no todo puede ser noche, hay que dejar que la luz ilumine esos huecos que a veces ni se pueden mirar. Es así como poco a poco uno se acostumbra a ver alegría en la vida.
ResponderEliminarQue se disipen todas tus nubes oscuras.
Un beso