Hoy, mientras el sol brilla reflejándose en cada ladrillo desgastado de las fachadas colindantes, mientras el sol brilla traspasando el cristal de mi ventana calentando mi piel con su calor…
Hoy me dispongo a confesar el porqué de mis
silencios…
Hay varias razones por las que mis labios se
detienen y dejan de pronunciar palabras…
Sucede cuando escucho mientras otros hablan, cuando estoy
pensativa, cuando estoy enfadada y prefiero callar y razonar para después
argumentar, cuando estoy triste y melancólica y me dedico nada más que a observar
como los segundos pasan…
Y cuando estoy tan feliz que mis labios, después de
hablar atropellados durante un rato, se callan, se enmudecen…
El porqué de mis silencios entonces es muy sencillo.
No puedo hablar…porque tengo muchas ganas de sonreír…
Sonreír y que mis sonrisas resplandezcan bien
visibles, sonreír en calma y que sea únicamente mi alma quien perciba el eco
sonoro de mis carcajadas…
Ayer ha sido un día de esos en los que el silencio
susurraba sonrisas…
Ayer, ha sido un día diferente, no esperado. Ayer he
recibido un email que me ha sacado de mi realidad y me ha hecho reflexionar.
Ayer me he dado cuenta de que hay gente que piensa
en mí, aunque sea por un instante pequeño a kilómetros luz, ayer me he
encontrado en los ojos de las personas a las que quiero y amo, y he tenido la
obligación de pronunciar: ¡PUES VA A SER QUE SOY ALGUIEN!
Siempre he sido muy pesimista, siempre me he creído
poquita cosa, aunque intente ocultarlo haciéndome la fuerte, y ayer me han
hecho ver que esa poquita cosa que yo creía ser, no era tan poquita cosa, para
algunos era muy importante y muy grande, incluso digna de admiración, y eso me
ha hecho temblar…
Temblar de felicidad…
Y hoy al levantarme sonriente pensé que nada nuevo
podría sorprenderme, pero una vez más me equivoqué, al leer ciertas palabras,
mis labios volvieron a sonreír, mi corazón volvió a latir fuerte, volví a
sentirme importante… he navegado por otros mundos y de vuelta a mi alma he
seguido sonriendo…
La vida hace cuatro años que no deja de
sorprenderme, pero últimamente me está dando demasiadas alegrías, no sé si es
que cada uno acaba por recoger lo que siembra, o que es la antesala de que
después de la alegría vendrán las lágrimas amargas…
Estoy preparada para ambas…
Pero hoy, hoy sólo quiero permanecer en silencio y
sonreír, como ayer…como tantos otros días…
Porque
hoy, hoy las huellas de mis pies en la arena frente al mar no son borradas por
el vaivén de las aguas…
El
fin es el comienzo de algo nuevo y ahora si hay alguien que me espera, hoy si
sé cuando salgo y cuando entro…
Mis
flechas dan en el blanco de la diana, porque consigo lo que quiero…
Y
ahora no es tan difícil poder poner todos los días un poco de luz en mis venas,
porque las estrellas me iluminan y yo me siento una pequeña estrella
parpadeante.
Hoy no es tan difícil poner un poco de luz en mis
venas…
Hoy no es tan difícil…ayer no fue tan difícil…
* Dedicado a esa persona que ayer me envió un email
diciéndome que me admiraba, la banda sonora de hoy, este relato, estas
palabras, para ella. Tu Bunbury, nuestro Bunbury. Por los viejos tiempos, y los
que aún nos quedan.
Y gracias también a esas personas que me hacen
sentir especial sin conocerme, porque a aquellos que me conocen ya se las doy
personalmente.
-Fragmento en cursiva modificado, pero extraído de
la letra de una canción de Enrique Bunbury.
El porqué de tus silencios:
Cuando tú empiezas a valorarte todo el mundo te valora, es eso, no hay otra fórmula.
ResponderEliminarUn beso
Eres grande, no lo dudes :)
ResponderEliminarEs que tú eres alguien, y alguien importante. A veces nos somos consciente de lo que nuestro nombre o nuestras palabras pueden significar para otros por el mero hecho de firmar unas frases o decir algo que sentíamos desde hace tanto que ya casi hemos olvidado el cuando.
ResponderEliminarY sí, eso es exactamente lo que me pasa a mí con tu nombre ytus palabras.
Brindo por esa persona que te ha hecho sentirte tal y como eres: especial.
Un fuerte abrazo y segundo buen finde del día ^__^