Días soleados, días grises, nublados, días de oscura y tenebrosa
tormenta…en todos desde que nací tú estabas aquí.
Y ahora, aunque te fuiste, mis ojos te siguen viendo, mi alma te sigue
sintiendo como si no te hubieras ido nunca, como si no estuvieses lejos de mí.
Y oigo cada una de tus palabras y recuerdo cada una de tus enseñanzas
y siento cada una de tus miradas…
En la galería en la que tantas veces te vi, en la que tantas tardes
nos sentábamos juntas, en esa misma galería nacen mis sueños hoy.
Nacen todos mis sueños con imágenes tintadas de recuerdos, recuerdos
de días como hoy con tus brazos agarrándome para poder sobrevivir, con tu voz
enseñándome a crecer, con tus ansias por seguir en pie un día, una hora y un
segundo más.
Nacen mis sueños porque tú, solo tú, me enseñaste a tener fuerzas para
enfrentar a la vida, me demostraste que merecía la pena seguir a pesar de las
adversidades, me enseñaste que cada día puede ser mejor y que los lastres del
camino únicamente son una prueba más para ir poco a poco creciendo como
persona.
Y ahora que no estás, mi corazón te siente viva, mis lágrimas se
siguen deslizando pero ahora de alegría, porque sé que jamás te marcharás de mi
lado, que siempre sentiré tus manos apoyándome, tus palabras susurrándome para
que no me quede dormida, tu fuerza dentro de mis venas para que cada día me
alce con el puño en alto para luchar enseñándole los dientes a la vida,
gritándole al viento que me siento viva.
En esa misma galería, estoy sentada hoy, sobre tu silla de plástico
blanca, mirando al cielo que en esta noche está impregnado de estrellas. De
estrellas resplandecientes cuyos destellos luchan por no apagarse y siento el
fervor recorrer mis venas…mi alma hoy tiene las fuerzas suficientes para luchar
por conseguir cada una de ellas.
Porque hoy las estrellas se hicieron para mí, los sueños se crearon
para que yo soñara con ellos y luchará cada uno de mis días con la fuerza de un
titán por conseguirlos.
Y las estrellas nacieron para que juntas las admirásemos, para que
abuela y nieta observaran el firmamento y eligiesen que pedacito de cielo
querían proteger, que conjunto de sueños querían hacer realidad.
Y hoy, yo sola frente al universo pero con tu sombra detrás, con tu
alma junto a la mía dentro de lo más profundo de mi corazón, con tu rostro
grabado en mi mente, con tu voz susurrando en mi oído, con tus labios
pronunciando mi nombre…
Hoy, miro al cielo, cierro los ojos y señalo a lo alto con el dedo, al
abrir mis párpados, veo resplandeciente junto a la luna el destello de la
estrella que quiero, esa estrella que quiero adormecer dentro de mi corazón,
esa estrella por la que mis manos lucharán, por la que mis ojos llorarán, ese
sueño por el que me mantendré en pie cada día hasta lograr conseguirle.
Y mañana será otra estrella, o quizá se suban al carro de mi vida un
montón de ellas y no tendré miedo, y no sentiré disminuir mis fuerzas porque sé
que junto a ti podré conseguir lo que yo quiera.
Y yo sé que tú, estarás junto a la luna cada noche, velarás por mis
sueños, crearás nuevas estrellas y constelaciones y harás que permanezcan
intactas en mi alma, en mi corazón, en cada centímetro de mis venas, las ganas
de vivir, el sentimiento de sentirme alguien en esta vida de larga condena, que
algún día quizá deje de serlo.
Y cada día de mi ahora absurdo reloj, conseguirás que mis ojos sigan
viendo, mis pies sigan caminando, que mi corazón siga latiendo y así de este
modo, que mis manos sigan escribiendo, una línea, un párrafo, un relato más…
Y cada noche, sentiré nacer castillos de arena que al amanecer con el
paso de las olas no se derrumbarán, quizá se aplasten, quizá desaparezcan, pero
su resurgir tardará en fraguar de nuevo un solo segundo más…
Y así cada vez que la oscuridad ciegue mis ojos, cada instante que a
mis pies lastres impidan avanzar, cuando a mi corazón obstáculos entorpezcan en
su caminar, la luna y la más bonita de las estrellas, tú, mi abuela, con
vuestro brillo incandescente, mi alma haréis brillar y entonces no existirá
nada que paralice mi claridad.
Y cada noche, en la galería de mis sueños, cerraré mis ojos y alzaré
mi mano, abriré mis párpados y veré frente a mí un nuevo sueño, unas nuevas
ganas de vivir y bajaré la mirada, cogeré un lápiz y escribiré eternamente para
darte las gracias por seguir aquí, por permanecer dentro de mí…
Por permanecer dentro de mí dándome fuerzas para luchar, enseñándome a
vivir, ayudándome a escribir mi vida en papeles transparentes de fino cristal…
*Escrito por mis manos en el año 2005. Decidado a mi abuela Nieves "Maria". Porque el sol nunca derretirá la nieve.
Una vez leí un libro de un autor Irlandés, regalé el libro después de leerlo y no recuerdo título ni autor, sé que era de un autor irlandés cuya dedicatoria me pareció la más bonita que he leído hasta ahora:
ResponderEliminar"A mi madre, escondida entre las estrellas".
En esta dedicatoria este autor me regaló algo que jamás podré agradecerle lo bastante, cuando miro a cualquier estrella siento que quienes ya no están conmigo lo siguen estando.
Un beso
Al fin lo tengo, el autor de la dedicatoria " A mi madre, escondida entre las estrellas", es Niall Williams. Y el título del libro Amor en cuatro letras. Que por cierto me encantó.
ResponderEliminarSaludos de nuevo