*Inspirado en la portada y sinopsis (sin leer la novela) de Retrum 2: LA
NIEVE NEGRA, de Francesc Miralles.
Ante nuestros ojos, la nieve dejará de ser blanca, su pureza se irá difuminando hasta convertirse en pequeños charcos de agua contaminada, de agua sucia, manchada por la huella de unas botas desgastadas, cuya dueña ha decidido abandonar la poca inocencia que la caracterizaba, para convertirse en un alma negra, fría como un iceberg…
Su corazón se ha roto en mil pedazos, por ello la
nieve perderá su brillo incandescente y se convertirá en pequeños fragmentos de
hielo color azabache, al igual que su corazón congelado…
Ahora la nieve será negra, negra, al igual que la
sangre que camina por sus venas, al igual que el brillo de su mirada, al igual
que todas y cada una de sus lágrimas derramadas…
Negra, al igual que la rabia, la ira y el dolor
acumulado, que la han transformado en una nueva mujer…
Y es que el amor con su fuerza arrolladora, puede cambiar
nuestra vida, puede cambiar nuestro interior, puede hacernos ser lo que nunca
hubiéramos imaginado ser; pero cuando el amor no es correspondido, ese
sentimiento de vacío que nos produce el no tener a nuestro lado a la persona a
la que amamos, puede transportarnos a otro mundo, tan cruel, tan feroz, tan
distinto…
Y entonces nuestros sueños se disfrazan de
pesadillas, nuestra alma se siente despedazada, traicionada, humillada, nos
sentimos muertos en vida…
Y una angustia nos invade, apretándonos fuertemente
el pecho, asfixiando nuestros pulmones y sentimos que nuestros pies se
derrumban, al igual que nuestras ganas de vivir...
Y entonces sólo divisamos en el horizonte dos
opciones…
Llorar, sentir que morimos un poco más a cada
segundo que transcurre en el reloj, arrancarnos el corazón, limpiarlo, besarlo,
mimarlo, para volver a colocarlo tras nuestro pecho, para volver a resurgir de
nuestras propias cenizas y convertirnos en un nuevo ser…
O por el contrario…liberarnos de todo el dolor que
sentimos, expulsarlo fuera de nosotros, dejar de llorar, secar nuestros llantos
y jurarnos que jamás volveremos a sollozar ni por nada ni por nadie, extirparnos
nuestro corazón, contemplarlo, escupirlo, lanzarlo al suelo y pisotearlo,
recordando a cada pisotón el daño que sentimos al ver cómo la persona a la que
creíamos amar jugó con nuestros sentimientos, los arrugó y los deshizo en
centenar de pedacitos…
Secar nuestros llantos y luchar por hacer de
nuestros sueños la pesadilla de los demás…
Y la nieve será negra, al igual que su alma, porque se
convirtió por culpa del amor en la reina de las sombras. Y entre las tinieblas
caminará su venganza…su ser jamás volverá a ser lo que era…
¿O será que su ser siempre fue gris y nadie se dio
cuenta, o será que ella siempre fue así y no fue capaz de divisar su propia realidad
al sostenerla entre sus manos…?
A su caminar la oscuridad se tornará eterna, la
lluvia empañará los cristales de pequeñas gotas de agua turbia, el frío
regresará para no marcharse jamás, no habrá primaveras, ni veranos, ni otoños,
únicamente permanecerán continuos inviernos perennes, la niebla lo cubrirá todo
con su hiriente escarcha…
Los muertos llorarán y los vivos desearán no
estarlo…
Bajo el brillo de
la luna llena camina una mujer de pelo color oro, de piel pálida, de ojeras y
labios negros, de ropa oscura, un ser inerte, cruel, despiadado, sin corazón…y
el mal se derramará a cada suspiro de su aliento tibio, a cada chasquido de su
sangre convertida en trozos de cristal…
Los muertos llorarán y los vivos desearán no estarlo…y
la nieve…
La nieve será negra, negra como las sombras, negra
como la oscuridad profunda de la noche…
¿Ya te han llegado los libros? jejeje
ResponderEliminarMe encanta todo lo que escribes, todo, todo, todo :)
Brutal. El amor no correspondido... Eh, de esto sé un montón, de chico estaba que no daba una, líder de las relaciones de una noche pero cero en amor. Con decirte que me costó casi cinco años empezar a salir con Eva... Era dura, la jodía. Me gusta esa imagen de la nieve negra, esas dos opciones oscuras, ese fénix que por dentro está muerto pero se alza, destrcutivo, para seguir agonizante su caminar.
ResponderEliminarBrillante.
me recuerda a un relato que escribí con catorce años: "Sollozante y eterno, envuelto en las oscuras sombras de la penumbra, prisionero de las grietas de la coraza que su propio desamor ha creado, solitario y único vivía sin vivir Omae el titán".
tengo fijación con el mito de la caverna...
Un besazo, Rebeca, y esta tarde sin falta te doy el coñazo (el viernes vienen los suegros y hoy toca jardín, garaje y piso de arriba... qué cansineo, por Dio...)
Gracias por tu paciencia y tus buenas palabras, niña, me alegro un montón de haber tenido la oportunidad de conocerte ^__^.
una preciosidad, y eso sin leerla, quiero noticias en cuanto la termines *___________*
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