Dicen que lo último que se pierde es la esperanza, dicen que se disfraza de color verde, del color de las plantas, de la naturaleza, hay quién me ha enseñado hoy, que también puede vestirse del color azul, cuando el mar está en calma…
Dicen que no debemos perder nunca nuestra esencia, que es lo único que tenemos para mostrarlo al mundo, (yo he dicho y escrito eso muchas veces, para intentar creérmelo, para aconsejárselo a otros, pero ya se sabe “consejos vendo, pero para mí…”)
Pero a veces olvidamos quienes somos, y lo que valemos para las personas que nos tienen a su alrededor.
A veces esa chispita que nos da fuerza se nos apaga, como una vela al suceder lento de un soplido fuerte.
Y es que cuando uno se ha acostumbrado a no sonreír, a pasar por la vida viviendo de los momentos mágicos del pasado (que siempre muestran imágenes de la infancia, cuando los problemas no existen, cuando todo es más fácil, cuando las ilusiones y los sueños desbordan…); cuando uno se ha acostumbrado a escribir, sobre sus propias quimeras y anhelos sintiendo que por más que quiera no va a conseguir alcanzarlos, sobre el intento de querer encontrar la ansiada felicidad…
Cuando uno se ha sentido totalmente muerto al encontrarse solo, sin nada, sin nadie...después…
Después es muy difícil escribir sobre las sonrisas que no se tuercen, sobre la felicidad radiante que navega por nuestras venas, sobre el amor que nos ayuda a caminar, sobre los sueños que se hacen realidad, sobre todo lo que tenemos que es más que lo que un día anhelamos, es difícil porque no nos acostumbramos.
Y preferimos sumergirnos en nuestra oscuridad, pero nos miramos al espejo y nuestros ojos brillan, nuestras sonrisas centellean, y no nos encontramos, porque no nos reconocemos, la imagen que vemos en el espejo no es la misma que vimos durante mucho tiempo, y eso nos hace temblar.
Nos hace titubear, y perdemos nuestra esencia, y confundidos nos apagamos, nos marchitamos…Tenemos miedo a acostumbrarnos, por miedo a perder lo que tenemos.
Porque sabemos muy bien que no es lo mismo perder cuando no se tiene nada, que perder cuando se tiene mucho y se sabe realmente lo que se tiene.
Pero sucede que a veces, cuando menos lo esperamos la chispa de nuestros ánimos se enciende, y la oscuridad se esfuma, las tinieblas se dispersan.¿Qué por qué?
Porque sabemos que debemos sonreír y realmente queremos sonreír.Porque estamos viviendo y nos sentimos vivos, porque nuestro corazón late con fuerza y lo hace acompañado.Y escribimos, y seguimos escribiendo, y no paramos de escribir…
Porque una llamada de teléfono nos hace reaccionar.Hay quiénes sólo tenemos un montón de palabras sin sentido que mostrarle al mundo, y cuando alguien nos dice que esas palabras nuestras son su mundo, cuando alguien llora de felicidad y sonríe al mismo tiempo al leer unas letras escritas por nuestras manos, cuando alguien nos dice que valemos mucho, y que sienten como les damos lo único que tenemos (la palabra), y que eso es muy grande, porque nosotros somos grandes para ellos, aunque nos creamos pequeñitos; entonces una pequeña mariposa regresa devolviéndonos nuestra esencia.
Cuando alguien nos dice que se ha sentido protagonista entre nuestras líneas.
Cuando alguien nos susurra al oído que está orgulloso de tenernos a su lado, y que se siente afortunado por tenernos…
Nuestra esencia regresa, y cuando nos miramos al espejo de nuevo, nuestros labios y nuestro corazón sonríen al unísono, y eso nos hace sentirnos bien.Porque por fin nos reconocemos, y el mar de nuestro alma permanece en calma y del mismo color que el cielo, azul intenso, por fin somos quién queríamos ser:
“Un montón de palabras que emborronan un papel arrugado y que hacen sentir, sonreír y llorar de felicidad a un corazón.”
Entonces recordamos también esas palabras convertidas en una caricia de color azul esperanza, y sonreímos, sonreímos porque un pequeño rayo de luz, ha convertido el color gris en azul, nos ha hecho terminar de entender la realidad.
Y entonces sentimos que al finalizar las líneas que hoy necesitábamos escribir, debemos plasmar una palabra muy simple, en cuyas letras se esconde algo muy grande:
¡GRACIAS!
[Gracias a los que leéis, y dais sentido a mis palabras, a los que disfrazáis el gris del mar, de color azul esperanza.
Gracias porque ayer, recibí una llamada telefónica, y entre lágrimas me dijeron: “significas mucho para mí”, “dices que tus líneas son lo único que tienes para dar, y las has creado para mí, para hacerme sonreír, te has entregado tú, y es mucho lo que entregas”.
Gracias porque cuando me pierdo, hay quién me muestra el camino de regreso.
Cuando estoy triste, tengo a alguien sólo para mí que me hace sonreír, porque tengo alguien que me demuestra que sus lágrimas son menos lágrimas porque me tiene a mí.]
* Aunque nos empeñemos en perder nuestra esencia por miedo, siempre hay alguien que nos recuerda lo que valemos, y eso es de agradecer.
"Siempre hay alguien que nos recuerda lo que valemos, y eso es de agradecer"
ResponderEliminarTú eres para mí, una de esas personas.
Muchas gracias por compartir con nosotros todo lo que escribes.
Eres maravillosa :)
Besos
Mai
Nunca, jamás, en la vida ni en la muerte, dudes de lo que vales o de lo que eres capaz de llegar a conseguir con tus palabra, pues en ese momento desaparecería este blog, y eso es algo que no podría perdonarte nunca.
ResponderEliminarPuede que sea que llevo de copas dese las cuatro, o que esta noche está siendo un poco tonta; dulce y cálida, pero tonta. Puede que simplemente lleve demasiados días durmiendo poco, o quizá, tan sólo, esta nueva vida de hermitaño se me hace cuesta arriba. Y entre tantos puedes sólo hay algo que sé seguro, y es que tus palabras, como siempre, han vuelto a tocarme ahí dentro, donde muy pocas cosas llegan y, lamentablemente, cada vez menos lo harán.
Y por eso.
Sabe.
Sabe que disfruto cada nueva entrada que leo en tu blog, que cada nueva palabra que escribes, cada nueva imagen que destilas en tu secreto laboratorio de las maravillas, invocan en mi rostro una sonrisa.
Sabe que cada nueva parte de ti que no regalas, como siempre sin pedir nada a cambio, ahoga mi corazón en la esperanza.
Sabe que, aunque pueda resultar extraño, una brisa de felicidad sopla en mi escritorio improvisado cuando veo algo tan simple como el cambio de fondo de este, tu diario encantado.
Porque me devuelves la esperanza en el ser humano, me haces saber que hay alguien, detrás de toda la inquina, toda la zafiedad, todo el egoismo, toda la estupidez, toda la macabra mentira que resulta esto de ser humano; alguien que renuncia a eso para, simplemente, ser ella misma.
Así que gracias.
A ti.
Porque no eres consciente de hasta qué punto tu arte puede tocar los corazones y las vidas de quienes tenemos la suerte de leerte.
Un fuerte abrazo y disfruta del finde, niña.
Todos tenemos cosas en nuestras vidas que quisiéramos cambiar, pero no tenemos el don de hacer retornar aquello que nos arrebatan en un parasiempre del que no hay forma de escapar. A veces nos anclamos en el pasado sin darnos cuenta de que el pasado tampoco está, pues al volverlo al presente sólo nos contagia su agonía.
ResponderEliminarA veces hay que formar un nuevo presente en otra realidad, uno en que comenzar a mantener un presente donde todo encaja como en un puzle feliz. Donde pueda cargar mis recuerdos no como una fría losa, sino como un halo de luz en que me envuelvo. Algo que me protege y le validez a mi vida, porque no estoy sola, tu presencia invisible sigue estando junto a mí y me grita sin voz que sea feliz. Por eso no voy a dejar de serlo. Si soy feliz será por ti y para ti, porque tú no tienes posibilidad de serlo.
Sé que tengo un modo raro de entender la vida, pero es porque ella nunca me entendió y la interpreto como quiero. Sin complejos.
Hoy el azul es más azul.
Besos
joder esto me ha hecho soltar alguna lagrimilla!!
ResponderEliminarEs dificil ver el camino cuando estas solo y quizas por eso añoro esa compañia y por eso quizas sea mas dificil de sobrellevar esto!!
no se que decirte pero algo te tenia que decir!!
Saludos desde la vieja ciudad de Köln J.Benny