Hay veces que no entiendo al mundo y eso me debilita, me deja sin fuerzas.
Hay veces que no entiendo al mundo, y me siento cansada, como si llevara 48 horas sin dormir, la tristeza se apodera de mi sangre, y me vuelvo pequeñita.
Hay veces que no entiendo al mundo, quisiera bajarme de él o detener el tiempo, para retroceder y cambiar las cosas que suceden, pero seamos realistas, ¡mis manos no pueden hacerlo!, ¡Mis manos únicamente pueden escribir mis pensamientos!
Hoy he amanecido con frío, con ganas de llorar, con miedo, mucho miedo, y parece que soy la única.No sé si los demás no ven o no quieren ver, no sé si los demás no entienden o no quieren entender.
Quizá es que yo esté muy loca, totalmente desquiciada.
Quizá es que sólo sea yo, la que es capaz de ver que las consecuencias de determinadas acciones vendrán, vendrán a azotarnos como un día vinieron.
Porque no hay acciones sin consecuencias.
Volverá la sangre, el olor a carne quemada, montones de cadáveres y vidas perdidas, volverán los amasijos de hierro, las mochilas abandonadas, volverán los trenes sin estación, los aviones sin destino, volverán las lágrimas, regresarán los telediarios ardiendo con nuevas noticias y no serán buenas, serán desastrosas…
Volverán, porque hay a quien le gusta jugar con fuego, sabiendo que los que se quemarán serán otros, porque hay quien se siente invencible y poderoso, porque hay quien cree que es el defensor del pueblo, y debe de impartir justicia…Porque hay quién no aprende de los errores, y repite la historia...
Y yo ¡no quiero repetirla!
Hoy he amanecido con frío, con lágrimas, con miedo, y sé que estaré así por mucho tiempo, expectante, alerta, sin dejar de temblar…
Hay veces que no entiendo al mundo, y sé que el mundo no me entiende a mí.
Ese es el problema, que no nos entendemos…
Retiro el miedo que ayer me produjo tu entrada. Ahora entiendo perfectamente lo que querías decir, y no puedo menos que aplaudirte. No voy a cometer el error de valorar la literatura de esta entrada, a estas alturas no creo que te haga falta, pero sí voy a decirte que siempre hay esperanza.
ResponderEliminarEl mundo es lo que nosotros, todos, hacemos de él, sí, pero también es lo que creamos con nuestras manos, en nuestro entorno, en nuestra casa, con nuestra familia y nuestros seres queridos. A veces, aunque duela, no nos queda otra que crear este pequeño mundo yrefugiarnos a él, enfrentarlo a ese otro más grande que está condenado a la muerte porque otros, más poderosos quizá en su inconciencia, han decidido que así sea.
No tiembles, y sabe, por encima de todas las cosas, que no estás sola.
Un fuerte abrazo,
Rafa
Tú misma lo dices, tu miedo te debilita, pero no servirá para que las cosas que puedan pasar dejen de pasar porque tengas miedo. Lo sensato es tener fe en que no pasará, al menos tendrás la tranquilidad que necesitas para ser feliz.
ResponderEliminarQue nada lo impida.
Un relato digno de publicar en televisión cuando las réplicas terminen de formar su ejército y vengan. Una vez leí una frase que decía: "Vivimos en una zoociedad donde algunos se comportan como humanos". Qué pena...
ResponderEliminarOjalá tu preciosa forma de escribir sirviera para que todos esos seres que tienen la lucha como desayuno diario, se dieran cuenta que hay cosas maravillosas en este mundo. Un beso Keka.