Como una loba herida, aullaré a la luna rogándola que me llene de su luz en esta noche oscura, porque sé que la soledad intentará abrazarme ahora que no estás y a veces el frío dentro de mi corazón es tan grande que no puedo evitar el derrumbarme…
Sé que la melancolía me abrazará y que la tristeza empañará mis pupilas, el camino de regreso a casa se me olvidará de nuevo, ya sabes que me cuesta demasiado caminar sin ti, y dentro de mi alma siento que hoy no me bastarán ni mis sueños ni mis recuerdos para no confundirme en mis pasos…
Como una loba malherida, aullaré a la luna, para que acune mis pensamientos, para que llene de brillo mi mirada, para que caliente mi corazón…aullaré hasta desgarrarme la garganta, hasta quedarme sin voz, susurraré tu nombre con la esperanza de que las horas pasen aceleradas y regreses a casa…aullaré mirando a la luna con la esperanza de ser escuchada…
Quizá me regale su luz, quizá su halo blanco incandescente penetre en mi mirada, quizá su dulce voz caliente mi corazón…quizá…
Así se me haría más fácil deshacer la escarcha del anochecer que dentro de unas horas traspasará el cristal de la ventana y me agrietará la piel, así se me haría más fácil difuminar las sombras de este crepúsculo inmortal que una vez más conseguirá hacerme temblar de miedo…
Como una loba, aullaré a la luna en silencio…
Imagen extraída de un libro de tatuajes (escrito en japonés, no sé como se llama ni nada) que nuestra tatuadora, Ana Alonso, me enseñó entusiasmada al llegar a su estudio en una de nuestras últimas sesiones: ¡Nena, tengo un libro con unas imágenes que te van a encantar, son muy tú!
Y no se equivocaba, las que más me gustaron las escanearon y me las mandaron por e-mail. Y de cada una de ellas hice un relato.
Espero que os guste.
Oye, espera... ¿Esto no es de Shakira?
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Vaaale, vale, XDDD, era coña, no me mates, jajajaja.
Me encanta, tanto el texto como la ilustración. La verdad es que los lobos son unos bichos bastante majos: elijen una pareja de por vida, trabajan codo con codo y el líder se preocupa por todos y cada uno de los miembros de la manada. Lo que no me gusta tanto de los lobos es la cantidad de soplapollas que tienden a identificarse con ellos: Si me dieran un chavo por cada "loba en el armario" y cada "lobo alpha" con el que me he cruzado en mi vida...
Je...
Supongo que por eso, cuando me preguntan, suelo responder que mi animal preferido es la tortuga.
O el gato.
Pero sea como sea me gusta la majestuosidad de esos bichos, su estampa melancólica y ese llanto desgarrado que has retratado perfectamente en esta entrada.
Un abrazo, Rebeca.