Finas gotas de agua que golpean la persiana mientras duermes, en sueños consigues escuchar su leve traqueteo y antes de que despiertes ya están ahí, a tu lado, acompañándote.
Pequeñas gotas de agua que se precipitan por el cristal de la ventana mientras te enfrentas al blanco de la pantalla intentando escribir algo, su deslizamiento te inspira, su deslizamiento te arropa, te abriga.
Gotitas indefensas, que azotadas por el viento desde su viaje suicida desde el cielo se balancean entre el aire, desparramándose, disfrazando la atmósfera con su tela gris.
Lluvia, que da de beber a los campos, que humedece las hojas de los árboles y su tersa corteza impregnándolo todo de vida, lluvia que se desliza por los cristales de las ventanas y por las fachadas en un acto de querer permanecer sin caer al suelo, en un acto de rebeldía.
Lluvia tibia que aumenta los charcos y la posibilidad de que unas botas se paren a saltar justo en medio, sonriendo, lluvia que limpia las calles, que moja los rostros, que se cala en los huesos, que abriga la piel con sus frescas caricias...
Lluvia, que susurra, que enseña, que muestra.
Que susurra nuevos sueños, que enseña a ver nuevos horizontes tras ella, que muestra la sencillez de la naturaleza.
Lluvia, lo que es, y lo que podría ser.
Lluvia, lo que se es y lo que se podría llegar a ser teniéndola dentro del alma…
Lluvia, pequeñas gotitas de agua condensada, pequeñas lágrimas de las nubes...
Lluvia.
Delicada lluvia…
Lo que daría yo por unas gotas de lluvia ahora, o mejor de noche, que el calor ya ha empezado su empresa de acoso y derrribo en estas perdidas tierras del Quijote...
ResponderEliminarMe gusta, la cadencia y las imágenes, me gusta ese gotear de frases, ese llover de palabras, el constante pero pausado repiqueteo de letras... Porque a veces no todo es prosa, también es ritmo e imaginación.
He pasado de esa lluvia nocturna a ese amanecer lluvioso, iluminando un arcoiris fugaz esa frase de las botas de agua, lloviendo y sin perder el sol al final, luz y agua, esperanzas...
Me encanta, aunque sé que es una frase que siempre me veo obligado a decir cada vez que entro en tu blog, no por cortesía, sino por simple honestidad.
Un abrazo enorme, Rebeca, y disfrutad de esa lluvia primaveral.
Me encanta la lluvia. Dormir cuando llueve...um, como lo echo de menos jejeje
ResponderEliminar¿Cómo va la búsqueda de tu Lluvia? ;)
Besotes