Ilusionada...
Esa es la palabra que mejor puede definir mi estado de ánimo en estos momentos.
Después de varias semanas dándole vueltas, después de varios días disconforme con la voz narradora de mi nuevo -aunque ya viejo- proyecto, después de tantos meses de cambios en la estructura, del contenido de la historia, (lo único que no han mudado de piel han sido los personajes, sus características y el legado a plasmar), después de todo lo sucedido, de los golpes imprevistos de la vida que lo desbarajustan todo, cuando creía que no iba a encontrar las fuerzas necesarias para seguir en pie, adelante...¡zas!
Me ha surgido una idea que lo ha ido enlazándo todo.
Ya tengo los personajes, el ambiente, las voces narradoras, (si porque habrá dos), los relatos que aparecerán en él, los fragmentos de documentación obtenida, las fotos que voy a describir, los libros de los que voy a hablar, los poemas de grandes autores que voy a incluir, la sinopsis, la dedicatoria, las partes que lo van a componer y sus titulos, los diferentes capitulos y su nombre, un pequeño resumen de lo que aparecerá en cada uno de ellos.
Y todo gracias a un folio en blanco, un lapiz de Balenciaga, un bolígrafo bic negro y a mi mente dando vueltas durante dos horas y media.
Porque si, hoy otra vez, he reescrito lo escrito, (Rafa y Elo lo siento, a lo enviado le he añadido cosas y le he dado la vuelta completamente...ya no os lo mando hasta que no esté finalizado, ¡prometido!), he movido las piezas del puzzle para intentar encajarlas bien...Vueltas, vueltas y más vueltas...
Quizá después de todo, no esté tan lejos ese sueño que tuve el otro día, de la presentación de mi propio libro (soñé hasta la portada, algo que no me había pasado nunca), no porque aspire a que una editorial lo publique (soy imaginativa pero no tanto), sino porque no hay presentación sin libro.
Y ese sueño quería decir que me iban a surgir nuevas ideas, que iba a conseguir enlazarlo todo, para poder ponerme manos a la obra y estar orgullosa e ilusionada con mi proyecto.
Quizá llegue el día, en el que en este mismo lugar, escriba...Por fin he terminado esa historia ansiada y soñada.
Mientras tanto, a reunir todos los relatos en un mismo archivo, a juntar toda la información (documentos y fotos, fragmentos de libros) qye voy a utilizar; para ponerme cuanto antes a desarrollar la historia, con la mente centrada en una pantalla de ordenador con un archivo ya no tan en blanco, y las manos flotando sobre un teclado.
Ilusionada, ¡SI!, hoy estoy ilusionada!!
Es curioso, le tenemos miedo a la hoja en blanco pero a la vez es una de las mejores amigas :)
ResponderEliminarÁnimo con ello!!
Bravo por esa ilusión, pero que sepas que me da igual, que lo enviado lo leo mañana sí o sí, mwehehehehe... Y oye, por mi no te prives de mandarme lo que lleves, que me encanta, aunque también comprenderé que no quieras enviarlo hasta estar satisfecha, así que... como tú lo veas.
ResponderEliminarPor cierto, que sepas que me has contagiado la ilusión: llevo tiempo dándole vueltas a una idea cyberpunk con dosis de denuncia social y, como no podía ser menos, con mucho cachondeo. El verte tan animada me ha animado a mí a empezarlo, a ver si mañana al fin puedo ponerme las pilas en casita de tranqui.
Abrazo tocho!
¿Estás segura de todo eso? No es la primera vez que yo lo digo, y cuando pongo el punto final vuelvo al principio, se me ocurren nuevas cosas, cambio, corrijo, echo la imaginación a volar y años más tarde el nuevo punto final es un horizonte al que imagino que en el fondo no quiero llegar.
ResponderEliminarUn beso