23 jun 2011

CHICA APUNTÁNDOSE CON UN ARMA

Una vez más, me miro en el espejo, y me cuesta reconocerme…

Mi propia imagen se desdibuja ante mis pupilas, no logro descifrar, si la persona que se refleja en el cristal, es la misma que se refleja en el espejo de mi alma…

Una vez más, mis propios sentimientos entran en conflicto…mis dos “yo” comienzan la misma batalla de siempre, la más antigua de las batallas…

Frente a mí, la persona que soy, dentro de mi alma, la que ansío ser…

¿Dónde se encuentra el equilibrio?, ¿Quién ganará, cuál es la solución?

El equilibrio de las dos, se encuentra dentro de mi corazón, allí residen ambas, la persona que soy, la persona que me gustaría ser…ambas son parte de mí…

Quién ganará, eso es algo que no sé, quizá algún día logre responderme a mí misma…

La única solución que queda, es disparar, disparar a mi cabeza, asesinar mis pensamientos, asesinar mis divagaciones, acabar a tiros con todos las cosas de mí misma que no me convenzan, que no me gusten, asesinarme, asesinarme una y otra vez, para resurgir de mis cenizas, hasta lograr ser quién siempre quise ser…

Luchar...luchar hasta conseguir que al mirarme en el espejo, se refleje la misma imagen, la misma persona…

Quizá algún día, al mirarme al espejo, en vez de dispararme, me den ganas de sonreír…






+Otra foto de ese albúm de tattos que tanto me gustó...será que la fiebre de la tinta y la magnum de 8 agujas regresa a mí, ya hay mono...pero sólo tendré que esperar hasta mañana y esa rosa roja días atrás proclamada estará en mi pecho...

3 comentarios:

  1. Nos olvidamos con mucha facilidad el sonreír más a menudo.

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  2. Algún día descubrirás que los dos yoes son el mismo, que intentan equilibrarse en la balanza. Y que no hay que dispararles, hay que dejar que se columpien a su exacto antojo. Un día la balanza se equilibrará y convivirán juntos en armonía. Y al mirarte en el espejo sabrás que siempre fuiste tú, pero que a veces el dolor no te dejaba reconocerte.
    Un beso

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  3. Impactante texto, más aún que la imagen que lo ilustra, que no está nada mal. me quedo con esa imagen del asesinarnos una y otra vez hasta alcanzar esa imagen que realmente queremos ser.

    Un beso bien grande, niña, y perdona la desaparición, que llevo unos días que puff... a ver si el puto albaricoque deja de apoderarse de mi vida, porque me tiene realmente frito... A este sí que lo cosía a tiros, o a hachazos... ya veremos ya.

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